domingo, 25 de junio de 2017

EL CHEF SEGÚN PASAN LOS CUATRIMESTRES...


A lo largo de mi carrera, como Chef Instructor, en las universidades de gastronomía, he tenido el honor de aprender de mis estudiantes. He aprendido mucho de todos ellos, de los malos, de los buenos, de los excelentes, todos ellos en su momento me enseñaron algo, en  lo profesional, en lo personal y en lo social.

Pero esta ocasión no deseo hablar de mí, sino de ellos y su desarrollo durante la carrera de gastronomía - nueve cuatrimestres, aunque he trabajado en varias universidades aquí en Guadalajara, Jalisco; donde se dan clases de trimestres o semestres, o diplomados “chef”.

En muchas ocasiones he visto su aprendizaje y he tenido el privilegio de ver cómo se desarrolla su personalidad (desde el primero hasta el noveno cuatrimestre) de la carrera.

He visto por ejemplo, cómo mis alumnos “devoran la información” que están obteniendo en primer cuatrimestre, y  como devoran literalmente esos panecillos horneados y salen con sus rostros felices y orgullosos de “ser chefs panaderos en solo un día”. 

De igual manera he tenido el placer de ver su desarrollo emocional y académico, (incluida la arrogancia de la gran mayoría de ellos, en los albores de la carrera), he tenido ese disfrute personal de observar la manera en que muchos van asimilando la instrucción para su próximo escalón, la vida profesional.

Y poco a poco, como la humedad lo hiciera con las plantas, he sido parte del moldeado de su persona, su destino, sus habilidades, aptitudes y conocimientos. Todas estas habilidades y aptitudes y conocimientos, a veces fueron asimiladas “por la fuerza” otras veces (las mas) por convicción propia.

He tenido, además el regocijo de poder decir “él o ella será un  EXCELENTE CHEF, un EXCELENTE SOMMELIER, Y GRAN JEFE DE PISO O PERFECTAMENTE SERÁ UN GERENTE”. Por el lado contrario y en honor a la verdad también he tenido estudiantes que después de ver sus aptitudes y actitudes he pensado “ESTE NO VA A NINGÚN LADO”, ya sea por su arrogancia, su ignorancia en cuanto a la carrera o el poco interés que pone en clase o a las instrucciones, así mismo no puedo olvidar a aquellos  con algunos problemas de aprendizaje.

Algunos estudiantes más en su infinita inocencia (no ignorancia), a través de los años han tratado de retar mis conocimientos, o mis decisiones, para intentar acomodarlos a su placer. Y han tenido que aprender esto: MIS CONOCIMIENTOS PUEDEN SER DEBATIDOS CON QUIEN SEA Y DONDE SEA… MIS DECISIONES,  ¡¡NO!!

Y es de todo esto que me nació la idea de parafrasear el gran poema “MI PADRE SEGÚN PASAN LOS AÑOS” ( de Ann Landers)  con la carrera de gastronomía y sus chefs.

DEDICO ÉSTA HUMILDE APORTACIÓN A TODOS ESOS ALUMNOS QUE HAN COLABORADO A MI FORMACIÓN PROFESIONAL Y A TODOS ESOS CHEFS QUE CON VERDADEROS ESFUERZOS ESTAN TRATANDO DE FORMAR ESAS “NUEVAS TRINCHERAS” QUE EN EL FUTURO PRODRÍAN SER NUESTROS NUEVOS CHEFS.

A continuación les dejo mi arreglo a 
“EL CHEF SEGÚN PASAN LOS CUATRIMESTRES”...

Primer cuatrimestre:
El chef sabe un montón, el chef  sabe hacer de todo.


Segundo cuatrimestre: 
Mi chef  es más inteligente que el tuyo.




Tercer cuatrimestre:
En la época en que el  chef  aprendió, las cosas seguramente eran distintas. El chef no sabe exactamente todo.

Cuarto cuatrimestre:
Oh, bueno, claro, el chef no sabe nada de eso. Es demasiado viejo para recordar sus inicios.

Quinto cuatrimestre:
¿Él? Por favor, está fuera de onda, sin recuperación posible. No le hagas caso, ¡el chef es tan anticuado!


Sexto cuatrimestre:
El  chef sabe un poco de eso, pero no puede ser de otra manera, puesto que ya tiene sus años.



Séptimo cuatrimestre:
No voy a hacer nada hasta no hablar con el chef.



Octavo cuatrimestre:
Me pregunto cómo habría hecho esto el chef, es inteligente y el chef tiene un mundo de experiencia.

Noveno cuatrimestre:
Ojalá el chef pueda irse conmigo y que este para decirme que hacer,  tengo mucho temor!!...



Años después en algún restaurante del mundo:
Daría cualquier cosa por que el CHEF estuviera aquí. Para poder hablar esto con él. Lástima que no valoré lo inteligente que era. Pude haber aprendido mucho de él.


Imágenes tomadas de internet
Modificado del Poema "Mi Padre según pasan los años"  de Ann Landers