A lo largo de mi carrera, como Chef
Instructor, en las universidades de gastronomía, he tenido el honor de aprender
de mis estudiantes. He aprendido mucho de todos ellos, de los malos, de los
buenos, de los excelentes, todos ellos en su momento me enseñaron algo, en lo profesional, en lo personal y en lo
social.
Pero esta ocasión no deseo
hablar de mí, sino de ellos y su desarrollo durante la carrera de gastronomía -
nueve cuatrimestres, aunque he trabajado en varias universidades aquí en
Guadalajara, Jalisco; donde se dan clases de trimestres o semestres, o
diplomados “chef”.
En muchas ocasiones he visto su
aprendizaje y he tenido el privilegio de ver cómo se desarrolla su personalidad
(desde el primero hasta el noveno cuatrimestre) de la carrera.
He visto por ejemplo, cómo mis
alumnos “devoran la información” que están obteniendo en primer cuatrimestre, y
como devoran literalmente esos
panecillos horneados y salen con sus rostros felices y orgullosos de “ser chefs
panaderos en solo un día”.
De igual manera he tenido el
placer de ver su desarrollo emocional y académico, (incluida la arrogancia de
la gran mayoría de ellos, en los albores de la carrera), he tenido ese disfrute
personal de observar la manera en que muchos van asimilando la instrucción para
su próximo escalón, la vida profesional.
Y poco a poco, como la humedad
lo hiciera con las plantas, he sido parte del moldeado de su persona, su
destino, sus habilidades, aptitudes y conocimientos. Todas estas habilidades y
aptitudes y conocimientos, a veces fueron asimiladas “por la fuerza” otras
veces (las mas) por convicción propia.
He tenido, además el regocijo de
poder decir “él o ella será un EXCELENTE
CHEF, un EXCELENTE SOMMELIER, Y GRAN JEFE DE PISO O PERFECTAMENTE SERÁ UN
GERENTE”. Por el lado contrario y en honor a la verdad también he tenido estudiantes
que después de ver sus aptitudes y actitudes he pensado “ESTE NO VA A NINGÚN
LADO”, ya sea por su arrogancia, su ignorancia en cuanto a la carrera o el poco
interés que pone en clase o a las instrucciones, así mismo no puedo olvidar a aquellos
con algunos problemas de aprendizaje.
Algunos estudiantes más en su
infinita inocencia (no ignorancia), a través de los años han tratado de retar
mis conocimientos, o mis decisiones, para intentar acomodarlos a su placer. Y
han tenido que aprender esto: MIS CONOCIMIENTOS PUEDEN SER DEBATIDOS CON QUIEN
SEA Y DONDE SEA… MIS DECISIONES, ¡¡NO!!
Y es de todo esto que me nació
la idea de parafrasear el gran poema “MI PADRE SEGÚN PASAN LOS AÑOS” ( de Ann
Landers) con la carrera de gastronomía y
sus chefs.
DEDICO ÉSTA HUMILDE APORTACIÓN
A TODOS ESOS ALUMNOS QUE HAN COLABORADO A MI FORMACIÓN PROFESIONAL Y A TODOS
ESOS CHEFS QUE CON VERDADEROS ESFUERZOS ESTAN TRATANDO DE FORMAR ESAS “NUEVAS
TRINCHERAS” QUE EN EL FUTURO PRODRÍAN SER NUESTROS NUEVOS CHEFS.
A continuación les dejo mi arreglo a
“EL CHEF SEGÚN PASAN LOS CUATRIMESTRES”...
El chef
sabe un montón, el chef sabe hacer de
todo.
Mi chef
es más inteligente que el tuyo.
Tercer cuatrimestre:
En la
época en que el chef aprendió, las cosas seguramente eran
distintas. El chef no sabe exactamente todo.
Cuarto cuatrimestre:
Oh,
bueno, claro, el chef no sabe nada de eso. Es demasiado viejo para recordar sus
inicios.
Quinto cuatrimestre:
¿Él?
Por favor, está fuera de onda, sin recuperación posible. No le hagas caso, ¡el chef
es tan anticuado!
El chef sabe un poco de eso, pero no puede ser
de otra manera, puesto que ya tiene sus años.
No voy
a hacer nada hasta no hablar con el chef.
Me
pregunto cómo habría hecho esto el chef, es inteligente y el chef tiene un
mundo de experiencia.
Noveno cuatrimestre:
Ojalá
el chef pueda irse conmigo y que este para decirme que hacer, tengo mucho temor!!...
Años después en algún restaurante del mundo:
Daría
cualquier cosa por que el CHEF estuviera aquí. Para poder hablar esto con él.
Lástima que no valoré lo inteligente que era. Pude haber aprendido mucho de él.
Imágenes tomadas de internet
Modificado del Poema "Mi Padre según pasan los años" de Ann Landers
No hay comentarios:
Publicar un comentario